Juan Vinuesa, un nombre de dramaturgo


Ambiente de estreno se respiraba en la tarde de ayer, ante las puertas del Teatro del Barrio, una cooperativa cultural madrileña, asentada en el heterogéneo y llamativo barrio que es hoy Lavapiés (el Soho de Embajadores), donde se agrupa el mayor número de salas teatrales alternativas por metro cuadrado de toda la capital. El evento lo merecía. En el marco del Festival Surge, de la Comunidad de Madrid, se estrenaba Tus otros hijos no te olvidan, presentación pública como dramaturgo de Juan Vinuesa (Albolote, Granada, 1983), una de las nuevas promesas, hace tiempo ya presente, de la escena española en su calidad de talentoso actor (fue nominado en 2016 a los Premios Max, como mejor actor de reparto), y miembro fundador, junto con Font García y Chiqui Carabante, de Club Caníbal, una reciente compañía fundada en 2014 cuya trilogía Crónicas ibéricas ha mostrado lo mucho que esta ha venido a ofrecer al teatro.

No vamos a escatimar elogios respecto a lo que contemplamos y sentimos ayer, en primera persona. Un éxito sin paliativos es lo que obtuvieron tanto el autor como todo el equipo humano que hizo posible la puesta en escena de esta, sin duda, importante obra; magnífica carta de presentación para un escritor teatral muy digno de tener en cuenta a partir de ahora, de quien auguramos muchas satisfacciones literarias y teatrales en el futuro. Capaz de abordar un tema de absoluta seriedad, como es la frustración de un hijo (el pequeño de veintiséis hermanos) ante un padre por el que nunca se sintió querido, Vinuesa crea un bello y profundo monólogo en forma de desahogo y de súplica latente, nacido de la orfandad emocional de quien ama y odia porque desea ser amado, que constituye un acto de resarcimiento y deseo de comprensión conciliadora cargado de humanidad. Los ricos y profundos matices emocionales presentes en el texto cobraron vida en la interpretación de un Rafa Núñez que estuvo, simplemente, soberbio. Desde una sobria interpretación natural, sincera, cercana y profunda, el veterano actor hizo suya la escena desde el primer momento, adentrándonos con él en ese íntimo e inquietante cementerio creado por Alessio Meloni, que nos fascinó por su eficacia y belleza plástica. 

Pero un monólogo de estas características no podría haberse sostenido en pie del mismo modo, con su misma intensidad dramática, sin el contraste y el ritmo escénico que otorga a la pieza la incorporación de diferentes personajes que dialogan con el protagonista; desde su propia hija, que lo ha acompañado en esta visita al camposanto y aparecerá unos momentos, en una emotiva escena paternofilial, a otras figuras emanadas de la mente de Miguel, en su mayoría proyecciones de su pasado; todas ellas encarnadas por una impresionante Zaira Montes, que brilló en sus intervenciones. ¡Qué capacidad para recrear distintas voces y acentos! ¡Qué ductilidad histrónica para transformar a Cristo en un rapero, sin caer en la mofa chocarrera ni hacerle perder su compostura! ¡Qué dominio de la intensidad y los tiempos dramáticos! ¡Y qué naturalidad en las escenas cercanas e íntimas! Sin duda, ayer tuvimos ocasión de contemplar en escena a dos grandes actores, y percibir la rica intuición escénica de un director, el mismo Juan Vinuesa, que supo potenciar y dar vida a los muchos valores que encierra tan rico y sugerente texto .

Celebramos, en definitiva, la incorporación de un nuevo miembro a la sólida y rica dramaturgia española contemporánea, con una voz propia e intensa, que estamos seguros dará muchas satisfacciones a todos los amantes del teatro; como la de este Tus otros hijos no te olvidan que aún podrá disfrutarse en el Teatro del Barrio, los próximos domingos 27 de mayo y 3 de junio.

José Luis G. Subías

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