"Peer Gynt", una clase magistral de Jorge Ferrera en Off Latina


Simplemente, brillante. Pocos adjetivos más son necesarios para calificar la lección interpretativa -y de lo que es el teatro, en su más elemental y profundo sentido- ofrecida por el actor y director cubano Jorge Ferrera en Peer Gynt, una de las últimas propuestas escénicas de Teatro El Puente, compañía fundada en 1992 con el impulso del propio Ferrera y que en los últimos años ha desarrollado una línea de trabajo centrada en el monólogo y la actuación unipersonal. Esta última denominación sería más acertada para la adaptación realizada por Ferrera de la obra del escritor noruego Henrik Ibsen, llevada al teatro en 1876 con la música compuesta para la ocasión (más célebre aún, quizá, que la propia obra, e inseparable de ella) por el también noruego Edvard Grieg; porque lo que realiza en escena este camaleónico comediante se halla en realidad bastante lejos del monólogo, siendo más bien una historia polifónica plagada de voces y personajes, incluso que concita y da vida a los elementos esenciales de la naturaleza (el agua, el aire, la tierra y el fuego), que el genial intérprete y director nos hace ver, sentir y oler únicamente con la capacidad expresiva de su rostro y sus movimientos, siempre acompasados y mecidos al son de una excelente ambientación sonora (realizada por Sergio Fernández) que toma como referencia permanente la música de Grieg.

Durante ochenta minutos, Jorge Ferrera revivirá ante un público perplejo, incapaz de salir de su asombro ante tal derroche de virtuosismo, las peripecias de Peer Gynt, un joven inquieto y alocado cuyas fantasías y falta de responsabilidad tienen en vilo a su anciana madre; y, tras huir con la novia de un amigo el día en que estos iban a casarse, inicia un largo periplo que abarca toda una vida de llena de aventuras y de encuentros amorosos. Este largo poema dramático sintetizado por Ferrera, de fondo romántico (la obra original fue escrita en 1867) y plagado de elementos fantásticos, tiene mucho de viaje iniciático y simbólico a través del cual el personaje va descubriendo(nos) su verdadero rostro. El ímpetu juvenil inicial y la simpática atracción que ejerce el personaje irá transformándose lentamente, para dejar al descubierto el lado más oscuro y monstruoso de este, engendrado por su egoísmo. Gynt dejará de ser esa alma libre y aventurera que mira al mundo con inocencia, para convertirse en alguien que únicamente anhela satisfacer sus deseos y ha encontrado en la búsqueda del placer y las riquezas su único fin. Solo el amor de una madre a la que abandonó, como a todos a quienes le amaron alguna vez, despierta en el personaje su lado más humano, el único vínculo con una paz que, desde su encuentro con un mundo de seres maléficos dominado por duendes y troles, Peer Gynt no ha vuelto a encontrar.

No es necesario un gran recinto teatral, ni siquiera escenografía alguna, para albergar al gran teatro. Jorge Ferrera realiza en Off Latina, con los recursos técnicos más elementales, apenas unos focos sobre una pequeña caja negra, un austero ropaje y un largo palo o bastón con el que el actor es capaz de hacernos ver, como si se tratara de una vara mágica (movida por la imaginación), barcos, mares, lagos, montañas, bellas doncellas, bailes amorosos, incluso el mismísimo infierno, una de las más impresionantes interpretaciones que hemos tenido ocasión de ver en mucho tiempo. De nuevo la magia del juego escénico, la esencia siempre viva del teatro, surge de los dos elementos imprescindibles de este arte: un actor y un público dispuesto a adentrarse en un plano de la realidad distinto, trascendente y mágico, guiado por un hechicero cuyos únicos instrumentos son las palabras y sonidos emanados de su voz y el dominio de su cuerpo. Ferrera ha alcanzado ese don, solo reservado a los grandes maestros del arte dramático.

Debemos felicitar a esta pequeña sala madrileña por llevar a escena espectáculos de tal calidad, dignos de ser representados (sin demérito alguno para ella, sino todo lo contrario) en los más grandes espacios escénicos del país, donde no siempre se ofrece teatro a la misma altura. Todo amante del teatro y de la interpretación debería asistir a esta clase magistral que desde su estreno, el día 1 de febrero, ha permanecido inalterable todos los viernes en Off Latina, donde seguirá representándose, al menos, hasta el próximo 21 de junio. Una cita y una lección, por supuesto, obligadas para todo estudiante del arte teatral.

José Luis G. Subías

Jorge Ferrera. Fotografías: Liven Céspedes

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