El futuro regresa a un pasado de charanga y pandereta en "El viaje" intergaláctico de José Padilla


Teníamos ganas de ver la nueva entrega de Las crónicas de Peter Sanchidrián, tras el éxito obtenido por esta disparata, divertida y original pieza estrenada hace dos años en el Ambigú del Pavón Teatro Kamikaze, donde volvió a sorprender a viandantes curiosos y turistas interestelares en 2018. Desde el pasado 23 de mayo, esta vez en el espacio principal del citado teatro, cuyo escenario se ha transformado en la sala de mandos de la nave CRISTINA, hemos vuelto a adentrarnos en un alucinado y sorprendente mundo de historietas galácticas, muy terrenales -y en clave nacional-, que cobran vida en El viaje (Las crónicas de Peter Sanchidrián Vol. II), segunda de las tres entregas previstas por José Padilla (Santa Cruz de Tenerife, 1976), autor de la obra y director del espectáculo, de esta saga escénica que nos conecta con una tradición teatral poco cultivada en las últimas décadas, pero reconocible en la obra de algunos destacados representantes de la dramaturgia española contemporánea, como Pablo Remón, Alfredo Sanzol o incluso, en algunos aspectos, Ramón Paso.

Apostando por un teatro desenfadado, cachondo y dicharachero, alejado de inquinas y grandes sentidos proféticos de la escena, para dar a esta -sin abandonar su punto crítico, pero siempre canalla, con un sí es no es de cinismo- el justo aire de comicidad desinhibida y sin complejos que pretende arrancar la risa y la complicidad de un espectador que se siente identificado, desde la distancia paródica y caricaturesca, con unos personajes profundamente humanos en su cotidianidad, patetismo y miseria -grandeza compartida por todos-, José Padilla rescata en su texto las huellas de un pop-art  con aire de sainete arnichesco, tira de cómic y serie televisiva de los tiempos en que el color aún suspiraba por el blanco y negro, bajo el marco de una estética ligada a la ciencia ficción previa a la irrupción de George Lucas en el cine. Con un excelente planteamiento escenográfico (a cargo de Eduardo Moreno) que convierte a la luz en protagonista indirecto del montaje (magnífico trabajo de Pau Fullana) y saca un buen partido a los dos únicos elementos que hay sobre el escenario, capaces de recrear distintos espacios y utilidades según su disposición, y a unas columnas, también movibles, que se alzan a lo alto, Padilla vuelve a mostrar, desde un futuro distópico en el que la humanidad superviviente de la hecatombre que acabó con la Tierra viaja en distintas naves desperdigadas por el universo, retazos de un pasado -muy reconocible por el espectador de hoy- sintetizado esperpénticamente en las varias historietas que conforman la pieza.

No queremos romper la magia de la sorpresa ante lo que sucede en un espectáculo donde todo cabe y puede esperarse. Escenas de celos, amores lésbicos, un ratoncito Pérez que trata de encontrar su hueco en un mundo donde nadie cree ya en él, debates televisivos entre candidatos políticos que necesitan la fórmula de Stevenson para encontrar su lado más agresivo, decadentes ilusionistas que reciben la visita del caudillo y su esposa... Un nuevo cóctel de personajes y conflictos a cuál más surrealista, presidido por una mixtura entre humor negro y del absurdo que mantiene en todo momento el interés -y el desconcierto- de un público que no sabe muy bien a qué nave atenerse.

Repiten cartel cinco de los siete actores que conformaron el reparto de la primera entrega, a falta de María Hervás y de un Juan Vinuesa (Peter Sanchidrián) presente, en cualquier caso, en la vídeoimagen proyectada de este en varios momentos de la historia; a quienes se incorpora un Pepe Viyuela que, como es habitual en este popular cómico de aires histriónicos, borda unos papeles que parecen hechos a su medida. Completan el elenco Laura Galán, Antonia Paso, José Juan Rodríguez, Cristóbal Suárez y Ana Varela. Perfectos todos ellos en sus diferentes personajes; entre los que se nos ocurre destacar el "ratón" de Cristóbal Suárez, la presentadora de Laura Galán, la policía secreta de Antonia Paso, el doctor al que da vida José Juan Rodríguez en la escena que representa con Pepe Viyuela, o la maga andaluza interpretada por Ana Varela

Estos y otros personajes se pasearán ante la mirada de quienes estos días se acerquen al Pavón Teatro Kamikaze para disfrutar de El viaje (Las crónicas de Peter Sanchidrián Vol. II), una nueva y original creación de José Padilla, que se mantendrá en escena hasta el próximo 16 de junio.

José Luis G. Subías

Fotos: Vanessa Rábade

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