Laboratorio del Sótano finaliza su temporada teatral con "Indigentes", un trabajo escrito y dirigido por Francisco de los Ríos


Si algo caracteriza a los trabajos de la compañía Teatro del Sótano es su deseo de impactar en el público a quien se muestran, con la intención de provocar en él una reacción que vaya más allá del mero entretenimiento o de la contemplación aséptica de algo ajeno y distante. Porque Francisco de los Ríos, el impulsor de este proyecto que nutre con su pasión y talento, desde todos los ámbitos del proceso de creación escénica, solo puede entender la poeticidad del teatro y su sentido cuando este alcanza el corazón de quien se adentra en las historias que esconde en su "Sótano" y se acerca a su conciencia para susurrarle -o gritarle- un mensaje de inequívoco valor ético.

Guiado de este mismo espíritu, y como prolongación de su necesidad de expresión e indagación en el hombre y su entorno social, nació el Laboratorio del Sótano, experiencia de formación e investigación teatral de la que anteriormente surgieron La bestia cautiva (2017) y Entre cuatro paredes (2018); una reflexión sobre la violencia de nuestro mundo en ambos casos, centrado en el segundo en la ejercida sobre la mujer. En Indigentes, el nuevo trabajo del laboratorio teatral de Francisco de los Ríos, que ha sido mostrado el pasado domingo 30 de junio, en función única, en la sala La Usina, nos encontramos en escena ante otra forma de violencia; la ejercida desde el desprecio a los que sufren el ostracismo social que otorga la falta de recursos económicos para vivir, esto es, la pobreza.

Un grupo de indigentes conviven en una calle cualquiera, de una ciudad cualquiera también, pero que podría ser Madrid. El espacio que ocupan parece acotado para ellos; juntos forman un microcosmos opaco a las miradas de quienes no forman parte de él, del mismo modo que el otro mundo está vedado para sus andrajosas ropas y miserable aspecto. Acostumbrados a vivir con el hedor y la miseria, el alcohol y la droga adormecen su dolor y una vergüenza que la humillación perpetua ha llegado a diluir. Aun así, entre la basura y el olvido, las relaciones que afloran entre los seis personajes que conforman este retablo escénico son inequívocamente humanas. El amor, la poesía, la literatura y la filosofía, el té de las cinco y las conversaciones de salón, los prejuicios sociales, el deseo sexual y, por encima de todo, la necesidad de formar parte de un colectivo, de existir, convergen en este retablo escénico donde el realismo convive con el absurdo en ciertos momentos, en los que llegamos incluso a recordar la experiencia beckettiana y el teatro de Arrabal.

La función contó con la sorpresa añadida de ver actuar al propio Francisco de los Ríos, que hubo de sustituir a uno de los personajes del grupo y demostró la soltura de quien fue cocinero antes que fraile, regalándonos una interpretación llena de verdad y sentido. Compartieron escenario con el dramaturgo, y también director del montaje, Miriam Arroyo, Rosa Jurdao, Ismael Orgaz, Susana Patier y Susana Galán -a quienes se sumó Germán García, que quiso acompañarlos con su presencia testimonial en escena-, habituales todos en los montajes del Laboratorio del Sótano y que nos dejaron buenos momentos; entre los que nos gustaría destacar, entre otros, los diálogos sostenidos por Patier y Galán, desde su pequeña atalaya burguesa y su inagotable té de veinticuatro horas, cuya colorida nota de absurda frivolidad tragicómica aporta al montaje el equilibrio necesario para no caer en la evidencia del gris.  

Una experiencia seria, en definitiva, que responde a los intereses y la finalidad del espacio en que nace, con un texto de alto sentido literario y profundo contenido, de cuya lectura esperamos poder disfrutar pronto, y un montaje que esperamos tenga la oportunidad de ser llevado de nuevo algún día a escena.

José Luis G. Subías

Comentarios

  1. Me gusta mucho el trabajo De Francisco de los Ríos, las historias de su compañía me parecen una propuesta refrescante y con una enorme carga social, que sin duda te deja pensando. No he tenido el placer de ver esta obra todavía, pero por lo que acabo de leer, supongo que será otro proyecto que vale la pena.

    Muchas gracias por el análisis, me gusta echar un vistazo a tu blog de vez en cuando para ver que hay de nuevo en el ámbito o leer una opinión sincera.

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    1. Muchas gracias por seguir mi blog. Conozco el trabajo de Francisco desde hace tiempo y creo que lo que dices sobre él es muy acertado. Un cordial saludo.

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