"El teatro de las locas", un estimulante espectáculo de arte dramático creado y dirigido por Lola Blasco

 

En la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero se representa, desde el pasado 23 de febrero, El teatro de las locas, un espectáculo teatral escrito y dirigido por Lola Blasco, producido por el CDN, que posee todos los atributos del mejor arte de la escena.

Todo cuanto sucede en esta inteligente propuesta de la dramaturga alicantina lleva el sello de una excelencia escénica sobre la que convergen las mejores y más vanguardistas corrientes dramáticas del teatro europeo del siglo pasado. El tema de la locura -en este caso ligada a la histeria, un trastorno de la conducta relacionado tradicionalmente con la mujer- y el juego metateatral de la representación dentro de la representación misma conectan la obra con numerosos antecedentes, algunos tan evidentes y distinguidos como el Marat/Sade de Peter Weiss, con quien comparte la pieza inquietudes de carácter social y político -siempre desde un distanciamiento, no exento de compromiso, que relativiza el valor omnímodo de las ideas en relación con los deseos del individuo y la reivindicación del yo-; pero también acercan el montaje a las propuestas del teatro de la crueldad, muy reconocible en algunos momentos del espectáculo, que nos retrotrae a los tiempos de la dramaturgia disidente española de hace algo más de cincuenta años, con la que comparte asimismo ese intimismo y cercanía propios del teatro de cámara y experimental, propiciados por la disposición del exiguo espacio a que queda reducida la elegante sala donde se sienta el público -con sabor de época y un cierto aire de estilo imperio reconocible asimismo en el vestuario diseñado por Pier Paolo Álvaro- y la diáfana escenografía creada por Luis Crespo.

La acción de esta trepidante y desenfadada pieza, magníficamente escrita, se sitúa en pleno siglo XIX, en el hospital donde el médico francés Jean Martin Charcot trató la patología de la histeria -a la que, como su discípulo Freud, relacionó con traumas y represiones de carácter sexual-, entre otros métodos, haciendo que sus pacientes se convirtieran en actrices e interpretaran destacados personajes femeninos, con frecuencia -como en el caso que nos ocupa- extraídos de las obras de Shakespeare. De ahí los numerosos guiños a la literatura que sazonan el texto -donde Cervantes tiene asimismo cabida-; pero también a la pintura, al teatro, la música, la locura, el sexo... y a todo cuanto al vivo ingenio de la autora, que no deja de jugar con las palabras y la multiplicidad de significados, le parece oportuno. Los guiños a la actualidad, desde el histérico ayer de donde emana la acción, salpican unos diálogos rápidos, pretendidamente lunáticos, arrebatados, disparatados, en los que, desde un juego permanente, la insinuación, la picardía, la ambigüedad y el erotismo están muy presentes.

Junto a un texto de gran alcance y calidad, y una dirección y puesta en escena a la par de este, destaca especialmente en este montaje el magnífico trabajo actoral llevado a cabo por Alda Lozano, María Pizarro, Nieves Soria, Alberto Velasco y Pepa Zaragoza; a quienes pone banda sonora y arropa musicalmente Vidal. Un verdadero derroche de energía, técnica y talento de todo el conjunto. 

Es El teatro de las locas, para concluir, una obra llena de estímulos, dirigida tanto al intelecto como a los sentidos. Un gran trabajo de Lola Blasco, como autora y directora, a quien acompaña un equipo artístico de nivel -añádase a la escenografía y el vestuario, ya mencionados, la excelente iluminación de Juanjo Llorens- y un reparto de altura que disfruta y hace disfrutar al público con sus interpretaciones. El teatro de las locas permanecerá en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero hasta el 31 de marzo. Una elección muy recomendable. No se la pierdan.

José Luis González Subías


Fotografías: Luz Soria

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