Una "extraña pareja" actual y con el mismo humor de siempre


Cuando una comedia como La extraña pareja de Neil Simon (Nueva York, 1927-2018) se representa, el público que acude a su encuentro cuenta con la segura garantía de que lo que va a ver sobre el escenario es la puesta en escena de una verdadera joya del arte dramático. Desde que Alfonso Paso la trajera a España en 1965, el mismo año de su estreno en Broadway, son muchos los montajes de esta inolvidable y divertidísima obra que Jack Lemmon y Walter Matthau inmortalizaron en el cine, cuya acción transcurre íntegramente en un apartamento neoyorquino donde dos íntimos amigos viven una tormentosa experiencia como compañeros de piso que provocará las más hilarantes escenas.

Pero lo que quizá menos gente sepa es que, veinte años después, Simon realizó una versión femenina de su texto, que sería llevada a escena en 1985. Esta versión solo ha sido montada en dos ocasiones en España; la primera en 2001, bajo el título de Ellas, la extraña pareja, una adaptación de Diana Laffond Yges dirigida por Eusebio Lázaro; y la segunda, en 2017, la adaptación de Andrés Rus y Elda García-Posada, dirigida por el primero, que estos días han podido disfrutar en el Teatro Amaya quienes perdieron la oportunidad de hacerlo -o simplemente han deseado repetir experiencia- durante los casi dos años que estuvo en Madrid tras su estreno en la sala Nueve Norte y su exitoso paso posterior por los teatros Lara e Infanta Isabel.

La extraña pareja de esta excelente versión femenina que nos llevó ayer a su terreno y nos hizo recordar -y revivir- las muchas, casi continuas, situaciones de intensa comicidad que ofrece el texto de Simon, vive en un apartamento de la Gran Vía madrileña en el que Flori (Elda García) se ha instalado tras ser abandonada por su marido, invitada por su amiga Olga (Susana Hernáiz) ante el temor de que, en su desesperación, cometa alguna locura. La tensión entre dos personajes tan diferentes, la desinhibida y desastrada Olga, cuya desordenada, pero también espontánea y extrovertida, vida se ve reflejada en el estado de su apartamento, y la estirada, maniática y pulcra del orden y la limpieza que es Flori, no tardará en manifestarse, llegando a ser insoportable. Tras cambiar completamente el aspecto del apartamento y la forma de vida de su anfitriona, hasta el punto de hacer imposibles las juergas caseras de los viernes con su grupo de amigas, el punto culminante de la situación se produce cuando dos vecinos del piso superior, los hermanos de origen armenio Anouchaván (Chema Coloma) y Atanás (Diego Quirós), son invitados por Olga al apartamento, con la idea de pasar una noche loca en compañía masculina. La singular personalidad de Flori dará al traste con los planes de aquella y desencadenará el enfrentamiento definitivo.

La adaptación realizada por Elda García-Posada y Andrés Rus cumple con creces las expectativas y, respetando una obra original perfectamente reconocible, nos traslada a la España de nuestros días, donde los personajes se comunican con móviles e intercalan en sus diálogos temas y guiños de absoluta actualidad, que conectan con un público que se reconoce en ellos y sigue con interés toda la peripecia de estos simpáticos y entrañables personajes. La puesta en escena se concibe desde el realismo convencional de la comedia costumbrista de humor, y la escenografía responde perfectamente a tal fin, al igual que un vestuario donde el color y el estilo se ajustan a la personalidad de los distintos personajes, cuya psicología no necesita, por otra parte, excesiva complejidad y responden a los clichés de unos papeles excelentemente representados por los siete actores que conforman el reparto; a quienes debemos añadir, junto a los ya citados, los nombres de Patirke Mendiguren (Vicky), María Muñoz (Clara) y Teresa Soria Ruano (Silvia), las tres amigas de Olga y Flori.

Nos ha interesado -y gustado- mucho este trabajo de Calibán Teatro, compañía madrileña que avanza con paso firme en la siempre difícil tarea de adentrarse y consolidarse en la "industria" teatral. Nos encantará seguir disfrutando de sus futuras propuestas.

José Luis G. Subías

Fotos: Javier Sanabria

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