"La lengua en pedazos", un duelo interpretativo y textual de alto voltaje


La lengua en pedazos puede considerarse un clásico ya de nuestra dramaturgia contemporánea. Publicada por primera vez en 2010 y estrenada en 2012 (teatro Los Canapés, de Avilés), con esta obra, que se alzaría al año siguiente con el Premio Nacional de Literatura Dramática, su autor, Juan Mayorga, debutaría como director de escena con su compañía La loca de la casa; nombre inequívocamente galdosiano que remite a la denominación -recordada metaficcionalmente en la obra- con que Santa Teresa de Jesús, protagonista de la pieza que nos ocupa, se refirió a la imaginación.

Nos hallamos ante uno de los textos más redondos, literaria y dramáticamente hablando, del autor, donde el dramaturgo madrileño vuelve a dar muestra de por qué es considerado desde hace tiempo una de las cumbres y voces mas representativas -y universales- del teatro español contemporáneo. "Clásico" por el prestigio y solidez de su extensa producción, a caballo entre dos siglos, y clásico al mismo tiempo por la brillantez de un estilo que conecta su obra con lo mejor de la literatura dramática de todos los tiempos, tanto por la calidad de su lenguaje como por la complejidad, riqueza y profundidad de su contenido. Atributos que retratan con nitidez la obra que desde el 14 de enero se representa en el Teatro Galileo de Madrid.

La lengua en pedazos
es una recreación ficticia de un enfrentamiento dialéctico, un duelo dramático entre Santa Teresa de Jesús y un Inquisidor que enjuicia su comportamiento y honestidad, cuestionando las intenciones que han conducido a la monja a escindirse de la orden a que pertenece y fundar su propio convento, seguida de un grupo de fieles hermanas, representadas simbólicamente en las sillas utilizadas por el director -el propio Mayorga- como único atrezo, para vestir una escena totalmente desnuda y aportar contrapuntos visuales organizadores de un discurso escénico que focaliza todo el interés y la atención sobre el diálogo mantenido por los dos únicos personajes y las reacciones emotivas de ambos, asociadas a este. 

Un intenso duelo entre dos personajes de altura nacidos para ser interpretados por dos actores sobresalientes, como lo son Clara Sanchis y Daniel Albadalejo, que mantienen un pulso interpretativo de altísimo nivel, dosificándose y conduciéndose desde el susurro de la intimidad, el sutil matiz de una lágrima sincera, al grito desgarrado y tenso de un púgil airado dispuesto a defender a toda costa su posición. Brillante trabajo actoral, acorde con la excelente mano con que Mayorga dirige su texto y el nivel requerido por este, cuya densidad emotiva e intelectual lo exige todo de sus intérpretes.

Utilizando las palabras con que Juan Mayorga da fin a su texto, "es mejor no decir más". La lengua en pedazos seguirá representándose, hasta el 14 de febrero, en el Teatro Galileo de Madrid.

José Luis González Subías 

Fotografías: Viviana Porras

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