"Tennessee", un realismo sucio con aires de poeticidad y ribetes de swing


Tennessee Williams, el gran dramaturgo estadounidense representativo de la realidad norteamericana más antiheroica -de una heroicidad más profunda y humana-, cuyos personajes e historias, trasportables a la realidad de cualquier otro país, mostraron de forma descarnada, sin tapujos, directa, la sordidez y la miseria de una existencia al límite marcada por el deseo -no siempre alcanzable- de sobrevivir, cobra vida y es recordado en el singular montaje, presentado con su nombre de pila, que desde hace ya un mes se representa en la sala Margarita Xirgu del Teatro Español.

María Ruiz
, la autora de este homenaje al creador de obras tan célebres como Un tranvía llamado deseo (1947), El zoo de cristal (1945) o La gata sobre el tejado de zinc (1955), entre tantas otras, parte de dos piezas breves de Williams, La marquesa de Larkspur Lotion y Háblame como la lluvia, versionadas por esta, entre las que intercala un entremés absolutamente metateatral -escrito por la propia María Ruiz y Cristina Medina- en el que la actriz que acaba de interpretar a la "marquesa" se dirige al público para hablarle de algunos aspectos de la vida del dramaturgo y sus personajes, con un tono entre la farsa y el music-hall, con ribetes de swing, que aporta un aire de frescor a la densa atmósfera de los dos textos que enmarcan este interludio.

María Ruiz, directora del montaje, es capaz de trasmitir esa opresión vital, esa desesperación contenida y gritada sin voz que ofrece el universo dramático de Tennessee Williams; y lo hace manteniendo el ambiente y el sentido de sus textos, a partir de la fuerza de los personajes y de una palabra en la que no sobra ni falta nada, cuyo descarnado realismo no exime de poeticidad a unas obras donde vida y literatura se superponen. Para ello cuenta con la inestimable colaboración de un equipo artístico de gran calidad, con Juan Carlos Savater como autor de la escenografía, Felipe Ramos en la iluminación, Chary Caballero a cargo del vestuario y Benigno Moreno en el diseño de sonido; junto con tres excelentes actores que realizan un gran trabajo. César Camino y Cristina Medina estuvieron impecables en su cometido, y vibraron en un mismo tono, más cercano al naturalismo del teatro de Williams; mientras que Maripaz Sayago nos ofreció una interpretación diferente, más irreal y estilizada, especialmente en la mujer del segundo de los textos del autor, donde, remedando el título de la obra, verdaderamente fue capaz de hablar como la lluvia.

Una muy buena propuesta teatral, en definitiva, este montaje que recomendamos sin reserva alguna, y permitirá acercarse al universo del gran dramaturgo que fue Tennessee Williams, un clásico contemporáneo cuya palabra sigue teniendo vigencia y siendo tan necesaria como cuando fue escrita. Tennessee. Dos obras cortas y un entremés permanecerá en la sala Margarita Xirgu del Teatro Español hasta el 17 de diciembre.

José Luis González Subías


Fotografías: Esmeralda Martín

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una "paradoja del comediante" tan necesaria y actual como hace doscientos años

"La ilusión conyugal", un comedia de enredo donde la verdad y la mentira se miran a los ojos

"Romeo y Julieta despiertan..." para seguir durmiendo