Resulta relajante y liberador escuchar la risa inocente, desenfadada y naturalmente sincera de un niño en el teatro. Una risa que aflora casi siempre, ignoro mediante qué fabuloso mecanismo, frente a los gestos y movimientos histriónicos de los payasos. Hoy, en el
Teatro Pavón, he vuelto a vivir esta sensación, y a dejarme arrastrar, imitando la ingenua candidez pueril, por
un espectáculo de teatro circense de alto valor lúdico, educativo y cultural.
Las trágicas payasas de Shakespeare es el título de este singular espectáculo metateatral, creado y dirigido por
Hernán Gené, en el que un grupo de payasas refugiadas en un teatro sin licencia para representar -por lo que se teme pueda aparecer la policía en cualquier momento- ofrece tres peculiares versiones, adaptadas al universo y el lenguaje del
clown, de sendas inmortales obras shakespearianas:
Otelo,
Romeo y Julieta y
Hamlet.
En un excelente trabajo de síntesis, Gené deja al descubierto el conflicto básico de estas tres tragedias modernas, su esencia dramática, a las que confiere un permanente distanciamiento humorístico plagado de gags y guiños a la realidad de un público tan heterogéneo en edad, que es probable queden sin entender algunos en función de esta. En cualquier caso, la intención mostrada por las cinco actrices-payasas que protagonizan el montaje, y su magnífico trabajo de teatro físico, conectan desde el primer momento con un espectador que se hace cómplice y partícipe de lo que sucede en el escenario... y a veces fuera de él.
La escenografía y el vestuario diseñados por
Mónica Florensa, junto con otros elementos como las pelucas -obra de
Mauro Gastón- o la iluminación de
Juan Miguel Alcarria,
nos trasladan de forma inmediata e inequívoca al mundo del circo; del que forman parte varias de las actuaciones insertas en el espectáculo -trapecio, danza aérea con telas, interpretación melódica con campanas afinadas-, además del excelente trabajo realizado por las cinco payasas que protagonizaban hoy la función:
Esther Acevedo,
Lidia Navarro,
Georgina Rey,
Isa Belui -en sustitución de
Maribel Vitar- y
Maite Esteban Oliva.
Su permanencia en los escenarios, tras casi dos años de su estreno en el teatro Circo Price de Madrid, ha demostrado la calidad de este espectáculo firmado por Hernán Gené, que constituye un magnífico ejemplo de las posibilidades de fusión entre el teatro y el circo, y de la cercanía entre ambos mundos. Incluido en la programación matinal de los domingos, desde enero de 2024, Las trágicas payasas de Shakespeare seguirá representándose en el Teatro Pavón durante los próximos dos meses. Un recomendable plan para el fin de semana.
José Luis González Subías
Fotografías: Lautaro Fernández
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