Sabatino Cacho Palma despliega su talento y técnica actoral en "Desde cachorro", rememoración unipersonal de una trágica historia familiar y humana


Sabatino Cacho Palma, quédense con ese nombre quienes no lo conozcan aún y no hayan tenido la fortuna de tropezarse con él subido a un escenario. Palma es un actor, director, maestro de actores y dramaturgo argentino tocado con el don -como tantos otros compatriotas suyos- del arte teatral; un don forjado con el trabajo, la perseverancia y la técnica de quien ha dedicado toda una vida a la profesión que ejerce desde hace cincuenta años.

No es fácil cruzar ese océano que separa dos continentes para mostrar, lejos del país donde normalmente ejerces tu actividad, tu trabajo. Son muchos los inconvenientes a los que debe enfrentarse un artista y una compañía teatral local para salir de su espacio y lanzarse a un mercado tan ancho y ajeno como el mundo de Ciro Alegría. Hace falta mucho valor y tener repleto el combustible que nutre las esperanzas, de ese veneno que llamamos teatro, del que Sabatino Palma tiene dosis sobradas. Porque este hombre que desprende verdad, arte, vida y sentimiento por cada uno de los poros de su piel, en cada movimiento de su cuerpo y en su madura mirada infantil, es puro teatro. Poco necesita para crear el espacio mágico en escena; solo él y su voz, esa palabra en la que el relato cobra vida y nos hace imaginar historias que nos emocionan y sentimos como propias.

En Desde cachorro, la obra que ayer presentó en Madrid, en El Umbral de Primavera, estas historias cobran un aspecto autoficcional que no responde a la realidad, si bien esta se halla imbricada en la savia que nutre la ficción. Haciendo uso de un monólogo, solo interrumpido -completado, sería mejor decir- por la presencia en escena de la veterana actriz, también argentina, Ana Maria Cavalleri, Palma presenta diferentes momentos de una historia familiar ligada a la historia del siglo XX, marcada por los sucesos acaecidos a sus tres miembros varones, desde el abuelo a su hijo y finalmente al hijo de este. Una historia de historias en las que la tragedia se impone como hilo conductor común de una humanidad retratada en algunos de los sucesos más terribles de su pasado reciente, reflejadas especialmente en el caso argentino: campos de concentración, desapariciones... Y, de forma paralela, la presencia del teatro como espacio liberador del último eslabón de esta saga de supervivientes y luchadores anónimos, convertidos en víctimas protagonistas de una historia que en realidad no iba con ellos, quien cuenta los hechos transitando lo narrado desde la propia vivencia como personaje y actor: un Sabatino Palma que revive y nos hace vivir una historia que, sin ser la suya, podría perfectamente haberlo sido, al igual que la nuestra.

Excelente muestra de lo que puede ser el teatro unipersonal y el empleo de la narración desde el yo en escena, sin que esta pierda su carácter dramático -en el sentido de teatral-. Bástenos destacar de nuevo, para ir concluyendo, el magnífico trabajo actoral realizado por Sabatino Cacho Palma, autor asimismo del texto, a quien se le ha sumado en esta ocasión Ana Maria Cavalleri, como actriz con la que interpreta unas hermosas escenas a dos, y la acertada dirección del montaje a cargo de Diego Ernesto Rodríguez. Mención especial merecen también Martin Elgoyhen, al clarinete, y Walter Canevaro como artista pictórico presente también en escena. Más que suficiente y efectiva, por otra parte la elemental escenografía de Néstor Aliani, así como el vestuario de Lorena Salvaggio, junto con la iluminación diseñada por Lautaro Palma. Un equipo competente y cohesionado que obra el milagro escénico.

No es esta la primera ocasión en que Sabatino Palma visita Madrid para traernos su teatro. Ya lo hizo en febrero de 2024, con 22 de agosto, escena unipersonal que dio a conocer también en El Umbral de Primavera, donde se siente como en su propia casa. Es este un aviso para navegantes amigos del arte dramático. Hoy finaliza la fugaz visita a Madrid de este maestro argentino, que estamos seguros no tardará en regresar a donde se le quiere tan bien -estén atentos en el futuro-. Por lo pronto, aún hay tiempo de ver este Desde cachorro que ayer nos deleitó. La cita es hoy de nuevo, viernes 27 de junio, a las 19:30 h. Si pueden, no se lo pierdan.

José Luis González Subías


Fotografías cedidas por Sabatino C. Palma

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