Fassbinder cobra vida en el Teatro Bellas Artes con "Las amargas lágrimas de Petra von Kant", en una excelente versión dirigida por Rakel Camacho

 

Volvemos al teatro y arrancamos la temporada con fuerza, asistiendo al estreno, en el Teatro Bellas Artes, de Las amargas lágrimas de Petra von Kant. Este montaje de una de las obras más populares y emblemáticas del famoso, excéntrico e iconoclasta director alemán Rainer Werner Fassbinder (1945-1982), estrenada en 1971 y llevada al cine por su creador al año siguiente, regresa de nuevo a Madrid en una nueva puesta de largo, tras su exitosa presentación en Nave 10 Matadero la pasada primavera, y su posterior gira nacional, para impulsar un septiembre lleno de novedades teatrales.

No podemos más que confirmar el merecido reconocimiento a un texto lleno de matices, que aborda aspectos temáticos de enorme enjundia, en relación con el comportamiento y los sentimientos del ser humano tanto consigo mismo como con su entorno inmediato y, en última instancia, respecto a la sociedad en la que se inserta; sus costumbres morales, sus prejuicios, sus deseos y temores más profundos...

Rakel Camacho, directora de este montaje, ha sabido plasmar sobre el escenario ese mundo atormentado que alimenta las creaciones del autor alemán, obsesionado por la soledad y la violencia de unas relaciones humanas marcadas por la violencia, el deseo y la autodestrucción, bajo la forma de toda clase de placeres y pasiones. Entre ellos el deseo sexual, los celos, las vejaciones, el sometimiento, y la presencia de una homosexualidad -en este caso lésbica- que alcanza una importante dimensión -ética y estética- en la obra que nos ocupa.

Pocos directores como Rakel Camacho pueden insuflar a un texto de estas características la densidad estética suficiente para que su profundidad cobre sentido. Acostumbrada a mostrar en sus montajes el abigarrado e intenso mundo emocional y plástico de autores como Francisco Nieva -en la mente de todos está su fabuloso montaje de Coronada y el toro- , cuyo barroquismo se halla muy presente en su concepción visual de la escena, la directora albaceteña vuelca asimismo en su montaje un expresionismo -propio asimismo de Fassbinder- que no le resulta en absoluto ajeno. Esa capacidad de expresar no solo a través de la palabra, sino a partir de la imagen, la corporeidad, los símbolos visuales y la inclusión de la música en vivo, son parte imprescindible de este espectáculo, cuya surrealista y sugerente escenografía es obra de Luis Crespo; a la que acompañan, en armoniosa sintonía, el vestuario de Pier Paolo Álvaro y Roger Portal, la caracterización de Ruth Alcalá, la iluminación de Mariano Polo, y el mencionado espacio sonoro, a cargo de Pablo Peña y Darío del Moral.

Sin adentrarnos en excesivos detalles sobre un argumento, que es preferible no explicitar demasiado para permitir al público disfrutar de su descubrimiento, simplemente adelantamos que la historia de Las amargas lágrimas de Petra von Kant gira en torno al febril enamoramiento de Petra von Kant (Ana Torrent), exitosa diseñadora de moda ya entrada en años y recientemente separada de un segundo marido al que aborrece, por una joven rebelde e inadaptada, Karin (Aura Garrido), quien, consciente de su recién descubierto poder, lo utiliza para satisfacer su propia ambición y finalmente la abandona, sumiéndola en la más absoluta soledad y desesperación. Consciente y sumiso testigo de cuanto sucede es Marlene (Julia Monje), diseñadora asimismo con la que convive Von Kant, utilizada por esta como una callada -literalmente- esclava a la que trata con absoluto desprecio. Completan el reparto de una historia con algo de claustrofóbico -todo sucede en el reducido espacio central de la casa de Petra-, una íntima amiga de la diseñadora (Maribel Vitar), y su despreocupada madre (María Luisa San José), quien vive parasitariamente a su costa.

Solo nos queda elogiar la actuación magistral de Ana Torrent, junto el no menos elogioso y solvente trabajo de las muy efectivas sobre el escenario Aura Garrido, Maribel Vitar, Julia Monje y María Luisa San José, para concluir nuestra apreciación sobre este nuevo montaje de Las amargas lágrimas de Petra von Kant, a cargo de Rakel Camacho, que podrá verse en el Teatro Bellas Artes hasta el 28 de septiembre. Una excelente oportunidad de adentrarse en el universo de Rainer Werner Fassbinder, a través de una de sus obras teatrales -posteriormente cinematográficas- más icónicas y representadas.

José Luis González Subías


Fotografías: Javier Naval

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