El brillo de un actor y un "Querido capricho" entre la soledad y el deseo

Imposible olvidar al singular actor argentino Tomás Pozzi una vez que se le ha visto en escena. Hace un par de años tuvimos ocasión de hacerlo y comentarlo desde estas mismas páginas, cuando interpretaba a uno de los estrambóticos personajes de El mago de Juan Mayorga, y al conocer que se había embarcado en un nuevo proyecto en el que asumía el protagonismo exclusivo en escena, en un texto en el que también colaboraba como autor junto con Tomás Cabané , director asimismo del montaje, no dudamos en acudir a la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero , donde desde el pasado 20 de noviembre se representa Querido capricho . Durante poco más de una hora, Pozzi nos adentra en el universo asfixiante y cerrado de una mujer madura que consume su vida entre la ilusión y la frustración por un deseo insatisfecho que se torna en imposible , sometida a la barrera infranqueable de una edad cuyo rostro se desdibuja entre ridículo y dramático, entre el delirio y la pena. Más allá de l...