"Esto no es la tragedia de Mariam", una muy interesante propuesta teatral de la compañía Fortun Cukis, clausura el Festival ClasicOff en Nave 73


Muy buen trabajo teatral el que ayer tuvimos ocasión de disfrutar en Nave 73, con el que concluye un XI Festival Experimental de Teatro Clásico ClasicOff que nos ha resultado, por las muestras que hemos podido ver, más que interesante.

La compañía Fortun Cukis arranca su andadura con Esto no es la tragedia de Mariam, una obra de Sara García Pereda y el conjunto de la compañía, creada a partir de La tragedia de Mariam, primer texto original conocido del teatro inglés, publicado por una mujer, Elisabeth Cary (Oxfordshire, 1585-Londres, 1639), y la recreación de su vida tomando como referencia los escritos de una de sus hijas.

Las tres actrices que protagonizan la acción (Elena Larios, Verónica Morejón y Amaranta Munana), narrando una historia que se va escribiendo y toma vida al tiempo que la representan para sí mismas y para un público, presente y futuro, que asiste al espectáculo, realizan un excelente trabajo. Su dominio de la escena, avalado por una técnica impecable y unas dotes naturales de equiparable valor, se muestra desde el inicio hasta el fin de un inteligente montaje, muy bien dirigido por Sara Étienne y Fortun Cukis, que mantiene el interés por cuanto sucede en escena -a pesar de la dificultad de seguir con detalle todos los hilos de la trama- gracias a una elevada capacidad de ingenio y un muy acertado ritmo dramático.

Amaranta Munana, actriz que tuvimos ocasión de conocer hace un par de semanas en un montaje previo de la compañía Teatro a Bocajarro (El destino de una mujer que iba para casada), representado en el marco de este mismo festival, y de la escribimos un encendido elogio en La última bambalina, vuelve a deslumbrarnos con sus múltiples habilidades escénicas, entre las que se incluye un talento musical que es utilizado de nuevo en la obra que nos ocupa, de cuyo espacio sonoro es responsable. También habíamos disfrutado con anterioridad del talento de Verónica Morejón, a quien vimos interpretar, en el Retablillo de don Cristóbal representado el año pasado en el Teatro de La Abadía, un personaje tan divertido y encantador como el que -los que- ahora representa en Esto no es la tragedia de Mariam. Y si el nombre de Elena Larios es la primera vez que aflora en las páginas de La última bambalina, estamos seguros de que no será la última; su trabajo fue tan brillante como el de sus compañeras.

Respecto al diseño escénico y el vestuario, a cargo en ambos casos de Sara Étienne -y Cristina Fernández en el vestuario-, cumplen con las expectativas de un espectáculo nacido y pensado para el espacio off donde ha visto la luz; y dan muestra de un excelente gusto y sentido de la funcionalidad escénica por parte de la directora del proyecto.

Esto no es la tragedia de Mariam es un montaje nacido tanto para homenajear a Elisabeth Cary, una mujer literata y de una importante trayectoria intelectual, en un tiempo en que el saber y la cultura eran actividades reservadas -con muy contadas excepciones, como esta- exclusivamente para los hombres, como para alzar de nuevo la voz en defensa de la mujer y lanzar un alegato feminista reivindicativo de sus muchos logros y méritos, y de su derecho a ser ella misma, lejos de las ataduras -y padecimientos- asociadas durante siglos a su condición sexual. Cierto distanciamiento escéptico y descreído se observa en el modo con que son resueltos algunos momentos vitales del personaje rescatado, muy alejados de los intereses de nuestro tiempo, como es el caso de la decidida conversión de la escritora al catolicismo y su deseo de hacer lo propio con todos sus hijos, lo que llevó finalmente a cuatro de sus hijas a convertirse en monjas y a abrazar el sacerdocio uno de sus vástagos.

Muy interesante trabajo dramatúrgico, en definitiva, la primera propuesta teatral de Fortun Cukis y esta nueva creación escénica de una Sara García Pereda que en 2017 nos cautivó con un texto dirigido por Pablo Canosales -Aire siempre de viaje- y de la que no habíamos vuelto a ver nada en escena desde entonces, que, estamos seguros, no ha defraudado a quienes han podido disfrutarlo en sus tres únicas funciones, en Nave 73 -hoy, 30 de julio, se representa la última-. Un magnífico colofón para un excelente XI Festival Experimental de Teatro Clásico ClasicOff, que es ya hoy una auténtica referencia y al que, estamos convencidos, le queda aún mucho recorrido. ¡Enhorabuena a los organizadores del festival y a los creadores e intérpretes de Esto no es la tragedia de Mariam!

José Luis González Subías


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