Cicerón, un amigo más que necesario en este y en cualquier tiempo

Adentrarse en la platea del Teatro La Latina , dirigirse pausadamente al lugar reservado para disfrutar del espectáculo, con la disposición de dejarse embriagar por las palabras, el gesto, la voz y la presencia, en suma, de quien es hoy una de las grandes figuras de nuestra escena, y sentirse después transportado a ese lugar mágico donde la literatura cobra vida y la vida se hace más visible, arropada en la ficción, es una experiencia que engloba, sintetiza y expresa el sentido exacto de la palabra TEATRO. Y los grandes actores, actores de raza, como José María Pou , que reflejan en su mirada y en cada movimiento las huellas de una larga tradición escénica de la que son dignos representantes y herederos, convierten cada representación en una ceremonia -de la que son oficiantes- capaz de mostrarnos, con el espejo de la ensoñación, lo mejor y peor de nosotros mismos. Quizá la catarsis de la que hablaban los griegos no fuera otra cosa. Y algo de catártico tiene el brillante ejer...