"Le congrès ne marche pas" o La Calòrica y el arte de hacer buen teatro
El congreso de Viena celebrado entre 1814 y 1815, que reunió en la capital austriaca a las principales potencias europeas de aquel tiempo tras derrotar a Napoleón, con la intención de evitar de nuevo el estallido de la revolución y mantener vivos los antiguos privilegios aristocráticos, propios del Antiguo Régimen, es el asunto tomado en esta ocasión por La Calòrica para ahondar en su peculiar forma de entender y afrontar el hecho escénico, marcada por su compromiso social e ideológico, desde un posicionamiento crítico respecto al poder, y un indudable conocimiento de la materia de que está hecha el teatro, que en sus manos se transforma siempre en un espectáculo de color, movimiento y vida, de indudable fuerza estética . Y eso es lo que nos encontramos ayer en el Teatro Valle-Inclán , donde, desde el 2 de octubre, la talentosa compañía catalana ha ofrecido un montaje vibrante y perfecto desde el punto de vista de su confección dramática , en el que, gracias a la brillante dirección