Luis Martín-Santos propone un "Viaje hasta el límite", rescatado por Eduardo Vasco, para descubrir la verdad que se oculta tras nuestros actos

Luis Martín-Santos es un icono y referente para cualquier amante y conocedor de la literatura española contemporánea. Si bien un fatal accidente sesgó su vida de forma excesivamente prematura, cuando aún se esperaba todo de él como escritor, en pocos años, y con una obra que podemos juzgar escasa en cantidad, pero cuya calidad, plasmada en la inmortal novela Tiempo de silencio (1962), es incuestionable, su nombre alcanzó un puesto de relevancia entre los más granados literatos de su generación. Autor de estudios y ensayos que abordan directamente el campo de la psiquiatría -en el que se doctoró y ejerció profesionalmente-, o relacionados con esta, Martín-Santos cultivó asimismo la poesía y la narrativa -especialmente este último género-; pero se ignoraba, hasta un reciente descubrimiento que nos revela una interesantísima faceta del escritor, que el autor hubiera sentido interés por la literatura dramática. El hallazgo casual de algunos textos teatrales salidos de su mano, y el conoci...